miércoles, 16 de mayo de 2007

Las manecillas del reloj no entienden razones

Cuando sientes que los pequeños y nauseabundos recovecos de la mente comienza a volverse cada día mas oscuros e inteligibles, te das cuenta que el final de ese camino esta tan cerca, que ya puedes sentirlo con solo extender tu brazo. Cuando ya no logras oír ni comprender frases tan simples como “abuelo, la cena esta servida”, las introspecciones hacia el interior de la mente se vuelve cada vez más patéticas y melancólicas, y te hacen pensar en que en una época, que aún parece presente, también fuiste un niño, y que no existían limitaciones para soñar en un futuro incierto que te excitaba con el puro echo de pensarlo. Tenía alas para volar como un ave; tenía cola para nadar como un pez ... Ahora, sin embargo, los sentidos me han abandonado casi por completo, de manera involuntaria y acelerada; y por ello me siento solo, aislado, en un mundo lleno de ecos y colores que forman un cuadro surrealista que es “mi vida”, como una especie de pesadilla constante que termina justo al momento de dormir.

6 comentarios:

Maricarmen-/-canella dijo...

Me gusta la imagen que da de diferentes etapas de la vida. Encuentro interesante que se aprecien dos voces en el texto. Me gusto la frase “Tenía alas para volar como un ave; tenía cola para nadar como un pez....”. Pero no estoy de acuerdo con ver la vida como el paso del tiempo, es una “ventana” temporal.

Alejandro Jeldes dijo...

me gusto, lo de los viejitos, que cuando ya no comprenden una frase, cuandio uno ya no logra comprender un mensaje, claro, conciso y simple. La critica de si uno esta bien o mal debe ser recurrente, no solo cuando no entendemos, sinoque tb. cuando creemos entender. Me gusta la idea de instropeccion.

Mis_polainas dijo...

Mira mi viejo, has de saber que aunque el tiempo exigue al cuerpo el pago del pacto vital, el espíritu pide siempre un día más, quizás dos. Tal vez el cuerpo desea pagar la cuota, pero que mierda, el espíritu dice: Pato. ¡Pato! mira que aún quedan sus terremotos por beber, mira que sí nos quedamos sordos siempre se puede oír por los ojos, el cuadro surrealista no debe ser mirado sino vivido. Mira viejo no me vengas con webadas, si lo pudo Cervantes, que queda para tí. Tal vez, sólo tal vez, incluso hasta un cohete húmedo y frágil puede ser mortal ^^. Tú sabes a lo que me refiero. El tiempo rémora del cuerpo, pero el espírito de mis viejos dice; Pato, rock and roll, sordo, ciego, con dolor de huesos y weas. Haa viejo el pasado sólo es historia, el presenta es, pero el futuro, qué futuro, mis polainas al futuro, no existe.

Daniela C. dijo...

a mi más que gustarme alguna cosa del cuento, me gusto su esencia que varía de lo simple a la fundamentación de las temporalidades a través de una observación permanente: esa misma temporalidad de las cosas que se ve en lo que die la maricarmen como lo que menciona el jano.
shi, me gustó harto.
besitos..oye mujersh..destruyeme!

Silvio dijo...

Lindo texto.
Melancólico.
Me recuerda a los poetas románticos y su búsqueda de la edad dorada, que es una especie de infancia donde esas alas y esa cola son eternas; donde no se acaba la pesadilla porque no existe.
Curioso que la pesadilla termine con la anulación del juicio y de la racionalidad (el sueño es el reino del inconsciente y de las acciones libres de las decisiones mentales).
Por otro lado, me parece que esas patéticas introspecciones son búsquedas inconscientes del ser: las de su unidad y bienestar. Nadie me puede negar que más de alguna vez le ha ocurrido que de esas introspecciones saca alegrías que, incluso, a veces duran más de un día.
Me parece que estamos tan escindidos como los románticos, y que esas divagaciones y esas reflexiones internas no son más que la búsqueda automatizada de esa edad dorada dentro de nosotros... y tengo la certeza de que es el único lugar donde existe.
Reitero, me agradó el texto.

sebastian dijo...

Me gusto la simplicidad del cuento,el paso del tiempo y la libertad con que se trata la libertad.Lo espontaneo de todo.